lunes, 4 de febrero de 2008

San Pablo Castigó a la Bruja

San Pablo Castigó a la Bruja
Francisco Javier Chaín Revuelta

Al fondo del mediterráneo rodeado por sus aguas está Chipre. Debe señalarse tal localización debido a que la Geografía ya no se enseña en las escuelas y algunos muchachos y todos los adultos no saben o han olvidado que viven sobre una pelota que gira y danza en el espacio, y sobre ese globo con corteza de mar y tierra, existen relieves, islas, países, desiertos y un sin fin de llamados accidentes geográficos. Entre todo ello, Chipre es una isla al fondo del mediterráneo, al Norte tiene a Turquía y al Este a Siria.
Haciendo ráfagas de historia en 1571 la catedral chipriota de San Nicolás fue convertida en mezquita. Se cuenta que en su ciudad de Limassol se casó Ricardo Corazón de León con Margarita de Navarra y en ella se alojó San Luís de Francia camino de Tierra Santa. Se cuenta además que el torreón de los Colossi alojó a los Caballeros Hospitalarios, y que en Paphos castigó San Pablo a una bruja dejándola ciega y premió a un noble romano convirtiéndole al cristianismo.
Sobre la península de Karpas, en lugar casi inaccesible a mil metros de altura, se yerguen las ruinas del Castillo de Buffavento. Tras la caída de Acre en 1291, los Lusignan, dinastía franca, dejaron testimonio de su presencia en la abadía de Bella Païse (Abbaye de la Paix), y el castillo de San Hilarión, junto al idílico puerto de Kyrenia, donde eran coronados reyes de Jerusalén.
Según la leyenda, hubo una vez un rey chipriota que se hacía refrescar por la sombra de las bandadas de palomas, abundantes en la región. La costa de la península de Karpas, al nordeste (desde 1974 bajo administración turca) era un refugio de piratas. En la capital del país, Nicosia, protegida desde la antigüedad por un anillo de mortero y piedra, permanece el sitio de su iglesia armenia. La catedral latina fue transformada en mezquita tras la ocupación turca. La tradición dice que Chipre es la cuna de Venus Afrodita, las mujeres del país se protegen cubriéndose la cabeza con un pañuelo o mandilyia.
Chipre ha pasado por diversas manos entre el esplendor y la miseria: griegos, romanos, bizantinos, árabes y turcos. Luego, para no variar llegaron los crueles imperialistas, desde 1878 y durante más de ochenta años quedó en manos británicas, hasta su independencia en 1960. En los años posteriores se mantuvo una feroz pugna entre la población griega y turca de la isla, gobernada a duras penas por una sola administración bajo el mandato del arzobispo Makarios.
La guerra abierta entre Grecia y Turquía de 1974 tras el golpe de los militares griegos para derribar a Makarios provocó la definitiva partición de la isla en dos sectores separados por la línea verde de las Naciones Unidas. El segmento turco recibe el nombre de "República Turca de Chipre Meridional", cuya capital es Lefkosa (Nicosia). Sin embargo, el único gobierno reconocido internacionalmente es el greco-chipriota, con sede en dicha ciudad. Los chipriotas radicales de uno u otro bando buscan la partición definitiva de la isla y la unión de cada sector con Grecia y Turquía respectivamente, como ocurre en la actualidad. Los moderados ven en Chipre un estado federado independiente sin vínculos políticos con Grecia ni con Turquía. A pesar de la difícil situación política, Chipre es un estado moderno y próspero, con una marina mercante entre las más poderosas del mundo, un creciente turismo y una buena renta per cápita superior a la de Grecia y Turquía. La mayoría de la población de la isla es de origen griego, el resto es turco y algunos maronitas y armenios. Cada etnia habita en su zona, aunque existen pequeñas comunidades integradas en el seno de otras. Los distintos grupos profesan su religión particular: cristianos (ortodoxos, maronitas y armenios) y musulmanes, y retienen su lengua, aunque muchos son bilingües. El maronita es un híbrido del árabe de Anatolia y Levante, con numerosos préstamos del griego y el sirio. fjchain@hotmail.com

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